Desde luego no era un “ciudadano modelo”, vista la buena ciudadanía como obediencia ciega a los reglamentos, pero era cortés y respetuoso en extremo con toda persona. Burlaba como podía los trámites siempre engorrosos que parecen hechos para estimular la corrupción, la ineficiencia o ambas cosas. No le causaba problemas de conciencia el violar obtusos reglamentos de importación, y se convirtió en experto fayuquero para hacerse de componentes electrónicos que les eran indispensables a él y a sus discípulos. En una ocasión me enseñó, muy orondo, en la ciudad de Chihuahua, el contenido de su coche —el Toribio— repleto de componentes electrónicos que había adquirido en el otro lado. La compra la hizo con el dinero que habían ganado él y sus discípulos al hacerse acreedores al primer y segundo premio que se otorgaron en un concurso de instrumentos que había organizado la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas, de la que Joaquín fue socio fundador.
Autor | Emilio Julio Muñoz Martínez |
Formato | |
páginas | 33 págs. |
dispositivo | computadora |
tiempo de lectura | Dos días, 2008 |
Idioma | Español |
Mi recomendación
interesante conocer de el, me he qedado contenta, espero leerlo todo, :D
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